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Yo amo a Jesús
“I love Jesús”, es el mensaje que tiene inscrito mi gorra, la cual me coloque la mañana del 21 de mayo antes de venir a trabajar, estaba yo nuevamente en el bus que me conducía a la oficina entonces me puse a pensar en el mensaje: “Yo amo a Jesús”, y me pregunte a mi mismo, ¿Qué responderé yo si alguien me pregunta porque yo amo a Jesús?, en mi mente estaba claro que lo amo porque me ha dado la salvación que necesitaba mi alma, y que ahora vivo es por la fe que le tengo, pero, no solo eso era suficiente para responder mi pregunta, así que pensé también en el versículo que dice: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” 1 Juan 4:19, y después de esto surgió en mi otra pregunta: ¿Realmente amo a Jesús?, como saber si realmente lo amo, no supe responderlo al instante, así que consulte mi Biblia que gracias a Dios la llevaba a la mano, le pedí a Dios en una pequeña oración que me diera entendimiento luego de eso instintivamente la abrí en el evangelio según San Juan capitulo 14, y leyendo el capitulo me detuve en el versículo 23, el cual de una manera tan impresionante me ayudo a contestar mi pregunta, “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama mi palabra guardará; y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada con él” Juan 14:23, wooou!, el Señor me dijo: Wilmando si me amas obedece mi palabra, hermanos esto me dio una cachetada, jejeje como diría mi hermano Augusto, una cosa es saber algo y otra cosa es créelo, si realmente amas a Dios obedece lo que el dice, cree en Jesús y aunque estés muerto vivirás, Juan 11:25, Dios te bendiga hermo(a).
Por: Wilmando Hernández
¿Por que es tan fácil pecar? |
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En muchas ocasiones nos vemos involucrados en situaciones donde abunda el pecado, pues tenemos por costumbre deternos en el camino y desviarnos por aquellos lugares donde en cada esquina nos espera una trampa preparada para hacernos caer. Solemos culpar al enemigo de los errores cometidos sin darnos cuenta que los únicos culpables somos nosotros mismos por no huir del pecado, como Dios lo establace en su palabra.
Dios nos ha dado la potestad para mantenernos firmes ante la tentación y demostrarle al diablo que en Cristo somos más que vencedores. Ahora bien, tenemos que mantenernos alejados de todo lo que represente una ameneza a nuestra vida espiritual. ¿Cómo podemos pretender ser fieles si estamos rodeados de pecado? Como jóven tengo que reconocer que servirle a Dios y vivir bajo sus preceptos no resulta fácil, pero no estamos solos, Dios ha prometido estar con nosotros hasta el fin.
A veces ponemos en duda lo que Dios puede hacer en nuestras vidas y es por eso que constantemente estamos siendo partícipes de las artimañas del enemigo y nos convertimos en piedra de tropiezo para otros y para nosotros mismos. ¿Todavia te preguntas, por qué es tan fácil pecar? Somos nosotros mismos quienes buscamos errar, ya que nuestra naturaleza humana esta marcada con el pecado, sin embargo Dios está de nuestro lado para ayudarnos a resistir los deseos de la carne y para convertir en fortalezas nuestras debilidades. Esto no quiere decir que vamos a dejar de ser pecadores, pues mientras vivimos en esta carne jámas lo haremos, lo que quiere decir es que Dios nos ha dado las armas espirituales para reprender y echar fuera en su nombre todo aquello que no este conforme a sus estatutos.
Jóvenes, no se trata de llevar una vida careciente de placeres y diversiones, simplemente necesitamos aprender que cuando venimos a los pies de Cristo, nuestro único anhelo debe ser agradarle a El, pues es un privilegio que no merecemos. Aprende a vivir una vida llena de emociones, de retos, de placeres, de sueños, poniendo a Dios en primer lugar y El se encargará de que en todo momento tus días esten llenos de experiencias nuevas, extraordinarias y edificantes y hará crecer en tu corazón una pasión por servirle tan grande, que tu vida nunca será igual. Atrévete a ser parte de la dimensión del Espíritu santo y únete al equipo de pescadores de hombres, llevando esperanza a las almas que se pierden.
Es tiempo ya de despertar y hacer de nuestras vidas un reflejo vivo de Cristo. Es el momento de que nuestra mente, nuestras emociones y nuestra falta de control, dejen de ser una excusa para dar lugar al pecado. No desvíes tu mirada del Señor y recuerda que si caes, Dios estará siempre dispuesto a levantarte. Dios les bendiga! |
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